El 2024 concluye dejando tras de sí un panorama complejo en Haití, marcado por la convulsión interna que afecta a todos los niveles de la vida nacional. En medio de esta incertidumbre, persiste una luz de esperanza. La aspiración sigue siendo la pacificación del país y la consolidación de las energías necesarias para alcanzar la tan anhelada tranquilidad que permita retomar el desarrollo.
En este contexto, los jesuitas en Haití han continuado la Misión en medio de muchos desafíos.
Durante el mes de diciembre, se pudo realizar una jornada especial de balance y reflexión, que combinó encuentros presenciales y virtuales. Este espacio permitió evaluar los esfuerzos realizados a lo largo del año en las tres principales regiones donde los jesuitas están presentes: el sur, en Carrefour Charles; el centro, en Port-au-Prince; y el norte, en Wanament.
Además, el cierre del año trajo consigo un motivo especial de alegría para la comunidad jesuita. Dos sacerdotes, el Padre Ambroise Dorino Gabriel y el Padre Emilio Travieso, realizaron sus “últimos votos”, sellando así su incorporación definitiva a la Compañía de Jesús. Este significativo momento fue celebrado en Wanament, con la presencia del Provincial de la Provincia del Caribe, Martin Lenk.
Los Jesuitas en Haití renuevan su compromiso con la misión y avanzan con esperanza hacia el 2025, confiando en que las fuerzas desplegadas contribuyan a construir un futuro mejor para el país.